jueves, diciembre 21, 2006

Marchar no basta


me envía Carlos-Blas, lo reemito a l@s demás:

Image Hosted by ImageShack.usMarchar no basta - Carlos-Blas Galindo
Jueves, 21 de diciembre de 2006 ,
El Financiero

Artes visuales.

Convocada con diversas designaciones, con distintos alcances, con diferentes destinos y desde varias organizaciones de la izquierda cultural y académica, la marcha contra el recorte a los presupuestos gubernamentales para cultura y educación partió, según lo previsto, a las 15 horas del martes 19 de diciembre, del Monumento a la Independencia; pasó velozmente por el Zócalo a las 17 horas y llegó -un tanto diezmada- al mitin de cierre, a un costado del Palacio Legislativo federal, a las 18:30, mitin que, media hora después, no tenía para cuándo acabar. En esta marcha intervinimos, a decir de los organizadores, cinco mil personas.El recorrido fue laberíntico, de ahí que lo hayamos cubierto en tres horas y media. Marchamos por Paseo de la Reforma. Luego por Avenida Juárez. Al llegar al Eje Central doblamos a la izquierda y, en la calle República de Cuba, a la derecha. En Allende dimos vuelta a la derecha. En Cinco de Mayo, a la izquierda. Atravesamos en diagonal el Zócalo y luego recorrimos Pino Suárez. Doblamos a la izquierda en José María Izazaga. En la Plaza San Pablo dimos vuelta a la derecha, sobre la calle Escuela Médico Militar. Proseguimos hacia la izquierda sobre Fray Servando Teresa de Mier y, cuando por fin dimos vuelta a la izquierda en la avenida Congreso de la Unión, lanzamos vítores y toda especie de exclamaciones gozosas. Al llegar frente al Palacio Legislativo creímos que por fin dejaríamos de caminar y podríamos empezar la fiesta conjunta... la cual, de hecho, empezó. Sin embargo ahí mismo fuimos conminados a proseguir hasta la calle Emiliano Zapata.
Nuestro periplo finalizó frente a un templete en el que estaban los siempre numerosos oradores, y esta vez un solo legislador: el secretario de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, Alfonso Suárez del Real.La marcha fue, desde luego, un acto político. Pero resultó sobre todo un hecho festivo, como ocurre cada vez que participamos integrantes del sector cultural. Marionetistas, bailarines, músicos, payasos y muchísimos más contribuyeron al jolgorio. En cuanto a las artes visuales, cabe destacar la acción urbana realizada por Jorge Izquierdo, la cual fue resultante de dotarnos a numerosos marchistas de una obra gráfica que preparó de manera expresa para la ocasión, con lo que potenció su mensaje opositor a la ignorancia.Ya marchamos. Sin embargo eso no basta. Como toda acción de la sociedad civil, no garantiza la necesaria organización permanente de los integrantes de los sectores de la cultura (artística, científica y tecnológica) y de la educación. No garantiza la indispensable reflexión acerca del papel de la gente de los medios cultural y académico en la situación política de hoy, ni en la de mañana. Tampoco garantiza un plan de acción que nos asegure incidir en la toma de decisiones en cuanto a las políticas públicas de los ramos cultural y educativo.Marchamos para patentizar nuestro repudio a la pretensión de reducir el gasto gubernamental en cultura y educación. Pero también marchamos un poco para nosotros mismos. Para sentirnos bien al insultar a Felipe Calderón y a Agustín Carstens. Para hacernos creer que algo estamos haciendo para cambiar el rumbo de nuestro país. Sólo que, para esto último, marchar no basta. Ojalá esta vez la realidad nos orille a evadir inmediatismos, espontaneísmos y civilismos de todo tipo. Una buena señal fue el control que los propios manifestantes ejercimos para impedir las pintas vandálicas (porque el grafiti es otra cosa muy distinta) y el vandalismo, en general. Es deseable que esta unidad perdure y se acreciente. No es un mal principio.

foto: Jorge Izquierdo

1 comentario:

Gerardo González García - triplege - dijo...

Lo que tú vives en tú país, lo vivimos nosotros en el nuestro en muchas ocaciones, por diversas situaciones y que conste que tenemos un gobierno que se dice socialista y lo dirige una mujer. Hay que entender que todo es parte de este nuevo orden perverso y tirano.