Y es que el frío no es solo climático sino ambiental, if you know what l mean. Mi piso no tiene calefacción, pero, como es para alquiler temporal, tampoco nada que lo haga agradable. Hay algunos cuadriños de estampas bucólicas en un pasillo que siempre está a oscuras para ahorrar energía. Y la vista desde la cocina (a mi uso) y cuarto no es nada estimulante.
Para contrarrestarlo, me ayudo con te de gengibre y limón. Tal como me enseñó Petra allá en Baden. Y me compré un florerito, aunque no hay flores a estas alturas del año (claro, puedo ir a una florería y comprar una phalenopsis! pero obvio, no lo haré.), Así que puse una flor seca de orégano del jardín de Inma y una hoja otoñal de no se qué árbol junto a la estación del ferrocarril. El florero me costó 45 céntimos, la tetera 150.

El clima en A Coruña es, según me han contado, diferente a resto de Galicia. Por su situación geográfica y su mar templado por la Corriente del Golfo (si, mexicano). (Deberíamos cobrarles a los países industrialzados que son calentados por ella, ja!). Dicen que casi todos los días aunque sea por momentos, sale el sol. Y es cierto. Cielos muy azules, vientos muy helados, frío húmedo pero temperaturas no tan extremas. Incluso Gijón es más frío.


Uno de los efectos que percibo es que me llegan insoportables los humos de autos y camiones... se condensan, se meten a la nariz y pican los pulmones, mientras las agujitas del seños invierno se clavan en los cachetes...auuuuuuuuuu!!!
pero mañana voy a Gijón, a celebrar Yule, a dar una charla-taller, a una cita importante....y espero que el frio me ignore.
pero mañana voy a Gijón, a celebrar Yule, a dar una charla-taller, a una cita importante....y espero que el frio me ignore.
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