viernes, agosto 17, 2007

cáscaras de huevo

Ayer leí la noticia de que tres adolescentes mexicanos ganaron el Premio Estocolmo Juvenil del Agua. Su proyecto: limpiar el agua de metales pesados con cascarón de huevo. De hecho mezclaron cascarón de huevo molido en una solución líquida de plomo, y lograron remover más de 90 por ciento de los residuos del metal.


Adriana Alcántara Ruiz, Dalia Graciela Díaz Gómez y Carlos Hernández Mejía, estudiantes del Instituto Cultural Paideia, de Toluca, estado de México, (of all places) recibieron el premio de manos de la princesa Victoria: 5 mil dólares y una escultura.
El plomo, altamente tóxico, es uno de los principales contaminantes de las aguas negras y México, según la AMC, es el principal consumidor de huevo del mundo.
y también en México el huevo es más que un producto de gallina o ave de cualquier tipo. Es sinónimo de valor, por ejemplo, derivado de lo que se llama "hombría".

y las cáscaras de huevo me llevaron a pensar en Rupture, la última obra de mi amiga Jill Sigman, en donde camina sobre un círculo de estas delgadas corazas de calcio que contienen textos, respuestas a preguntas como "cómo quieres morir?", "qué has roto?"...

y los huevos son muy fácil de romper, lo sabemos, y también su fortaleza vertical. Llevados al arte simbolizan muchas cosas además de valor o cobardía, fortaleza o fragilidad, cobijo y seguridad...me gusta esta obra de Zena Zipporah: mi vida en un cascarón. Muestra y oculta. Cuenta e insinúa...
y puede, también desaparecer, disolver lo pesado y liberar lo sutil

No hay comentarios.: