En menos de dos décadas, de manera paulatina, han disminuido los glaciares de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl: la temperatura promedio era de cero o un grado bajo cero y ahora es de un grado centígrado. La cubierta de hielo favorecía la recarga de los acuíferos, pero ahora el agua se va a las partes bajas de la zona, con riesgo de provocar inundaciones, y además, el clima se ha transformado, advierten expertos.
Este es uno de los efectos que se han comenzado a observar en México a causa del cambio climático, cuyas manifestaciones en el mundo ya son innegables para los científicos. Así, en este momento la pérdida de glaciares, el aumento de la temperatura, la presencia de huracanes más intensos -tan sólo en 2005 ocasionaron al país daños por 5 mil millones de dólares-, y la escasez de agua, son los rasgos visibles de este fenómeno.
A los problemas que provoca este fenómeno, se suman los derivados de las modificaciones en los ambientes locales, las denominadas "islas de calor". Un ejemplo de esto es la ciudad de México, donde en siete años la temperatura se elevó en cuatro grados centígrados, sostiene Víctor Magaña, experto del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM. Estas "islas de calor" son consecuencia directa de la actividad humana que ha transformado el hábitat: hay menos vegetación, más asfalto, vehículos y alto consumo de combustibles fósiles.
Antes, detalla, al derretirse lentamente el glaciar, "el agua tenía oportunidad de infiltrarse a los mantos acuíferos; ahora el líquido baja de manera torrencial y desemboca en la cuenca más baja de la región. Algunas comunidades se están ahogando con, el agua de lluvia, la cual, durante siglos se filtró a los mantos acuíferos. Lo que ocurre en los volcanes está afectando a todo el valle de México, porque todos los problemas derivados del calentamiento global se acumulan y se refuerzan entre sí", sostiene la experta.
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