Aimee Lee se ha convertido en una presencia llena de poesía, sabia y volátil. Tenaz, resistente y vulnerable como el papel que trabaja. Hace unos minutos le comentaba de un nuevo proyecto con corazones y me respondió con una frase que de inmediato se llevó a mi libreta de hada.
Aimee tiene un ojo capaz de esta toma.... un pescadito de chuzpata (de unos cinco centímetros), flotando en la fuente de don vasco en pátzcuaro. Es una delicia.
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