Al parecer los lazos con Alemania son fuertes y muy femeninos. Aunque la primera vez que llegué ahí fue por visitar a mi amigo Rolf, a partir de ese momento son mujeres todas las que me han recibido en sus casas y corazones. Una de ellas es Nikola, a quien con conocí aquí en Morelia. Ella trabajaba en Tupátaro con las mujeres, hacía un censo de plantas de traspatio y les enseñaba a hacer mermeladas locas y chutnies más locos aún, Nos hicimos amiguísimas en Capula. La visité dos veces en Essen y ahora vive en Bonn, convertida en -quién lo diría jijiji- esposa, y madre del hermosísimo Kai Niklas. Esta foto es de hoy.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario