martes, diciembre 29, 2009

silence is not so golden

esta foto, sin la línea, la publiqué en eyeseverywhere como parte de la serie del mes, carencia. Un cielo gris, sin variación alguna, plano, soso, que contenía carencia de sol, incluso de viento. Ilustraba también mi sensación cuasieterna de no poder liberarme del frío dentro de mi habitación (mas que cuando me meto a la cama). Pero ahora la pensé para hablar de un tema que cada vez más me causa curiosidad y una cierta angustia.
Y es que aquí no se escucha música. Casi nunca. Debo aclarar que dentro de algunas casas algunas veces si que la hay, e incluso (a ver, ennumero), de la calle ha llegado dos veces sonido de fiesta por unos cuantos minutos e incluso una vez alguien, una mujer cantaba cerca de aquí nada menos que un cielito lindo con acento gallego. Este milagrito hace todavía más patente el silencio de todos los días. Más fuerte. Silencio que gritaría si no fuera porque yo desde que enciendo la compu (el ordenador?) pongo a funcionar el player. En random, claro.
y es que se que hay mucha gente que no puede vivir sin música. Cuando estaba en Morelia no siempre ponía. Me gustaba estar en silencio muchas veces. Me escuchaba pensar. Pero ahora me doy cuenta de que no lo necesitaba. Había música afuera, venía de todas partes, de la casa de los vecinos, de los taxis, los micros, las promociones de cerveza... en las fiestas la gente canta, escuchaba por días al güero cantar con su voz de barítono, yo misma cantaba todo el tiempo. Y cuando Amadís vivía conmigo era constante, claro. O la escichaba o la hacía. Siempre música. Es tan esencial que no se puede vivir el día a día sin ella. AUnque sea a ratitos.
y me cuentan que aquí solían cantar en los bares. Se imaginan que chido? como en las pelis. Como (tal vez) en Andalucía. O algunos de Barcelona como La Vaca. Y sin karaoke.
Pero qué pasó?
ah! la culpa la tiene la SGAE ! O al menos eso me han comentado.
La sociedad general de autores y editores, que se ocupa de cobrar los derechos de autor de manera implacable a quienes se atreven a utilizar la música de alguien conocido para su propio goce público, te cobra si en tu bar pones música ambiental tanto como si en tu bar la gente se pone a cantar con unas copas encima. Eso me han dicho. No lo se de cierto.
Lo que si se es que un silencio pesado cubre mis oídos. Tres veces solo me he encontrado músicos callejeros: dos eran latinoamericanos. Uno, asumo que gallego, tocaba la gaita frente a la Caixa.
Todo esto me hace extrañar, acá en España, a Barcelona, tan viva. Y, por supuesto, el runrun escandaloso y eterno de México lindoyquerido.
y bueno, en la zona que me rodea no pueden decir que no se escucha música aunque sea a nivel discreto, John Cale canta ahora, junto con Molotov, Jaime, Sabina y/o Dylan y tantos otros...en random.

2 comentarios:

elizabeth ross dijo...

captain beefheart, vicente amigo, fiona apple, la paquera de jeréz, fontova y sus sobrinos, john lennon, árbol, los lobos, los jubilados, los de abajo, Bob Delyn ar'ebillion, patti smith, bajofondo, ali farka, radiohead, pata negra, lisa gerrard, luar na lubre, rockdrigo, mono blanco, fresa pandrosa...et al

Conciencia Personal dijo...

DESDE MI CONCIENCIA, TE DESEO LO MEJOR PARA EL BICENTENARIO, ABRAZOS MEXICANOS, MONIQUE.