siempre he alucinado la manera de podar los árboles en España. Los convierten -me imagino- en garras de pájaros gigantes, enterrados bajo el cemento. Garras son. Los árboles/pájaro tratando de agarrar la vida, arañando el cielo -azul o gris, no importa-, desnudas, agredidas, nudosas, deformes... sus uñas sucias amenazantes, dolorosas.
las calles entonces acompañan estas líneas de garras que se recortan contra el cielo. No me importa que exista una razón en la jardinería tradicional, que -incluso- sea mejor para el árbol. Se que es control. Demostrar que se puede controlar tan fácil la poderosa fuerza de los pobres pájaros, digo, árboles... Todos formaditos, todos del mismo alto, todos semejantes los unos a los otros y sin chistar.Cuando llegué a España por primera vez en el 2002 comprendí esa saña especial de quien tiene un machete en la mano, no se diga una sierra cinta. Descubrí que es una de tantas herencias que no sabemos. Los árboles -laureles, ficus de las plazas- machacada la cabeza, al ras, como soldado. Claro que en México no son tan radicales, solo les cortan la cabeza como reinas de corazones azotadas. O narcos.
pero ahora que el clima comienza a cambiar, en que sale el sol y las plantas, sabias en su savia, lo perciben, estas lastimeras garras comienzan a echar brotes. Y me fascina y me pone feliz. Literalmente. Camino esos 15 minutos hacia Labañou y mirar el verde tierno salir con tanta fuerza de esas varas, de esos muñones, me entusiasma.
la sangre se altera en la primavera, me dijeron hoy....en muchos sentidos. pero esta es la savia que hierve de pasión por la vida.
esta foto es de Hospitalet de Llobregat, cerca de la casa de la Cristina. Y sus árboles -estos son plátanos (platanus orientalis)- me daban tal sensación, que la utilicé para una de la serie de los Sueños. Atrapada?
3 comentarios:
tu hubieras puesto en una posiciòn mas flexible, digo porque las hojas no son tan rigidas. vale¡¡¡¡
Claro Elizabeth, esa terrible manera de podar se llama "jodar", hoy hago referencia a ella en mi blog.
Un bico galego.
mejor un besín, Carlos!
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