Estoy rodeada de bares, eso es claro. La cuestión es, qué prefería? y preferí con mucho estar con no gallegos. Sabía que si iba a un bar normal era muy probable que pasara como invisible, así que me uní a los no gallegos del bar de Cabo Verde. Y fue genial. Había, si, uno o dos nativos, pero principalmente fue un público multinacional: un alemán, venezolan@s, brasileñ@s, una catalana/mexicana, varios cameruneses y de otros países africanos... nos dieron de comer y al final brindamos son sidra, ja! asturiana.... brincamos, hablamos, gritamos, gozamos, compartimos totalmente el gusto y la emoción del juego-que vaya que fue emocionante.
Ibamos por España, si, claro, pero también por el futbol. Y yo, como binacional, sentí que al menos por un lado tocaba parte de este triunfo, que aunque much@s detractor@s lo desprecien, es todo un placer.
Hay, además, algo digamos ""curioso": los gallegos (como otros, pero estoy aquí), no se sienten españoles. Hay pintas de odio a España por muchas calles de la ciudad. Tienen sus razones, no digo que no. El imperialismo vaya que deja marca. Vaya si lo sabré.
El caso es que durante las primeras semanas del Mundial apenas si aparecieron algunas banderitas discretas y temerosas....solo algunos bares se atrevían a anunciar así -con bandera- que ahí se veía futbol. Pero conforme pasó el tiempo y los triunfos, fueron aumentando de número y tamaño. El sábado de repente todos cantaban eso de Yo soy español español español, vestidos con camiseta y gorra y bufanda y toda la parafernalia (made in China, by the way)
.... mira tú.... cómo va saliendo el orgullo nacional (de unos, que de los otros nada de nada).
Viva la Roja! y viva el Barcelona que dió a la mayoría de jugadores de esta selección!!
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