Tienen aquí la buenísima costumbre de llevar algo de comer cuando se va de visita. Nosotros le llevamos café y una mermelda. Este hombre me dió un masaje muy especial, y me indicò la terapia para el lumbago que me jode desde unas semanas antes de salir de Morelia: unas friegas de rakia (el aguardiente local, hecho ya sea de ciruela o de uva) y cubrir a zona con una tela de lana. Me dio la tela, litro y medio de rakia y, además, salimos de ahí con una bolsa llena de pimientos y tomates, además de un super calabacín de su jardín.... y dejó que le tomara una foto.
Tiene una casa preciosa, y mientras estuvimos ahí Voz y yo llegaron más pacientes. Tiene muchos, entre él y el dpctor que vio a Paulo, mantienen sano a todo el pueblo.
esta es la ortiga (urtica urens y urtica dioica), que yo no conocía hasta que me tocó el brazo en el bosque de Zell. Aquì la usan contra la artritis, frotándola en la zona afectada ( ha de escocer mucho) y además la comen en sopas y ensaladas cuando está tierna. Dice Irena que además los cerdos alimentados con ortiga dan una carne de sabor excelente.Y hablando de cerdos, Irena hace pomada de caléndula -que cultiva- con manteca de cerdo. Como eso de untarme manteca no me atrae nadita, estoy preparándole una tintura con parte de la rakia, que no me acabaré nunca en 15 días aunque me friegue todo el cuerpo a diario. Estará lista a mi partida.
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