lunes, julio 04, 2011

entre-caminos



Ser artista, nómada y mujer en tiempos de crisis se convierte en un reto múltiple más allá del normal si eres mujer y artista, que ya es bastante grande.
Llevo ya casi dos años en estos territorios y en este tiempo, los últimos 9 meses (exceptuando el último que sería el décimo), he sido traicionada dos veces desde que crucé fronteras. Digo traicionada porque he confiado en propuestas -necia de mi que sigue creyendo en la humanidad de los individuos e individuas con las que convivo y contemporizo- y mi confianza se ha topado con lo incroyable...o sea, lo más común del mundo al parecer: el foco centrado solo y únicamente en los propios intereses, que pueden cambiar con el mistral: el te piso porque ni te veo, el te invité? ya no me acuerdo, el por la mañana digo una cosa pero after noon ya es otra...etcetcetc .... (léase eric goethals, valerie vie... mi pesadilla habló francés)

Fueron golpes duros que me sacaron un poco de balance. Siempre los golpes aturden, pero bien sabemos las guerreras (los guerreros también, claro) que después vuelve la calma y la claridad de visión, aunque quede el ojo moro. Ese también se limpia y la piel se vuelve a poner sedosa.

Sin embargo, mi confianza y la voluntad de continuar con mi activismo por la vida -que incluye la humana- siempre encuentra razones por las que existir. Por las cuales no volverme una ojeta perra y morder a quien se acerque. Perra no soy aunque a veces lo quisiera. Más de cien mentiras, diría Joaquìn. Y bueno, sucede que mis antenas hay veces que perciben el seísmo equivocado. Ja! se-ismo.

El caso, buenísima noticia, es que aún y en todas partes hay gente generosa y sincera (léase Carlos, Efrén, Chantal, Karla, Jesús). Se puede serguir navegando, compartiendo lo bueno que hay en una. Todo está en mantener límites y caminar del lado de la acera soleada.

Todo esto lo digo como mujer, como alguien sin asentamiento fijo a la manera del resto. Como artista puedo decir también otras cosas, como que el proyecto que inicié en enero del 2009, que puede llevar el subtítulo de "apechugar", se desenvuelve (como rollo de tela, como fronda de helecho, como pañuelo de mago) de manera que debo cojerlo al vuelo. Mas valen las ideas en mano, aunque tengan que volar antes un rato.

y sigo en el camino, always on the road, y tomo lo que viene y me viene bien, como ese viaje a Turquía all included, y aterrizo en Madrid y tengo un árbol fuera de mi ventana, solo para mi, como cantaría Cream. Y el apoyo de hombres y mujeres que me acogen, y energías que van abriendo paso a mi caminar. Voy, como en la imagen que abre este texto, montada sobre una fuerza poderosa que me protege y me lleva por donde hay que ir para aprender, crecer, amar, disfrutar, asombrarse con gozo, crear...vivir como he escogido vivir. Y frente a mi, como en la segunda foto, se abre siempre el camino.

Soy outsider y apechugo, pero también tengo el derecho de señalar:
por aquí no hay que pasar, hay veneno.


l talk to strangers if l want to, 'cause l'm a stranger too...

1 comentario:

xansi dijo...

No mancharse con los venenos es salir victorioso(a).
¡Ánimo mothar!