
La víspera es un día tranquilo de rituales simples, y es un día de abstinencia (y ayuno, agrego yo). Por la mañana limpiar el establo de telarañas, ir al bosque a cortar el árbol, decorarlo por la tarde, alimentar a los animales, y tomar te con pastel de frutas. Entonces viene la ceremonia del incienso, que es prender carbón en un recipiente, con ramitas de sauce e incienso para sahumar todos los cuartos de la casa y los establos (para fumigar, limpiar el lugar de malos espìritus...), intercambiar regalos y después viene la primera tradición religiosa: rezar el rosario, para después bajar al pueblo y escuchar la misa de media noche, casi siempre caminando bajo una densa nevada.

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