lunes, mayo 10, 2010

Las coordenadas del arte en A Coruña

Como Xacobe Meléndrez es un experto, gracias a él supimos que vivimos (Bego, Rubén, el resto de l@s vecin@s del Agra de Orzán y yo) en el Paralelo 43°21'45". Dicho paralelo cruza exactamente por la Plaza de As Conchiñas (como pueden verlo en la línea gris a 45° de derecha a izquierda en el mapa que el mismo Xacobe realizó). Y en esa plaza, el pasado sábado 8, se inauguró formalmente el Festival Artístico Paralelo 43°21'45" con dos sesiones de música en vivo y con un público persistente aún bajo el orbayo chipichipi eterno. Por la mañana, por ejemplo, Tumbalobos, una banda gallega de muchos integrantes (tres acordeones, cuatro voces principales, diversas percusiones y más instrumentos), prendió a l@s vecin@s asombrados y encantados que nos acompañaron. Después de comer tuvimos como estrellas a los Pinnacle, un grupo de reggae que aparte de su calidad musical fue muy generoso al permitir una paloma a Papis y otro chico, ambos senegaleses, que habían intentado hacer hiphop anteriormente, y a las 9 nos trasladamos a un bar llamado Tsunami a disfrutar a un grupo de nombre Fresquiños, que interpretaron su propia música, muy interactiva, jocosa y además con mensaje. Debo decir que hasta ese momento nos sentimos relajad@s, después de un largo día (no digamos semana, semanas). Lo sentí en tod@s: Inma y Xacobe, Bego y Rubén (quien llevó la carga de la parte musical), y yo, que en definitiva si solté un poco.

Esta semana será para preparar el sábado siguiente, el día de la poesía. El mercado que se cruza en el camino del paralelo 43 etc se llenará de la Palabra, que incluso llegará hasta el final de la calle Barcelona, la parte olvidada y cutre para revivirla. El 15 de mayo, día del maestro mexicano, será el de la Poesía. Y el arte a la calle, como debe de ser.



Han sido días muy cargados, emocional y físicamente, y no solo por el trabajo del festival, ni por la conferencia, sino por el añadido de esas extrañas fluctuaciones misteriosas que luego me embargan. Esto, además, me ha llevado a cometer errores y no me gusta cometerlos. Se que no es nada anormal, pero mi yo perfecconista brinca agitado. Desde aquí me disculpo otra vez.

Sin embargo creo que todos esos trabajos que acometo me energetizan. Solo falta que lo que haga pueda tener una retribución más allá de la satisfacción del trabajo hecho. Cual debe de ser. (Y esto nada tiene que ver con el Festival).

1 comentario:

Lidia Carrión Fernandez dijo...

Hola Elizabeth!
Soy de La Coruña y estoy "en proceso" de ser artista, o por lo menos tengo la inquietud de hacer obra y exponerla al publico.
Si puedes, visita un minutillo mi blog y estamos en contacto, que soy nueva en esto de los blogs y me encantaría conocer a gente de este mundo del arte.
un saludo!!