eso tratamos ayer: cuál es el espacio de nuestro desarrollo y de qué manera utilizamos nuestro tiempo-vida. El que las mujeres de comunidades -esto es: rurales, pequeñas, tradicionales- se pongan a escribir y tratar de verse situadas en su contexto general y particular, utilizando el 100% de su tiempo en ser-para-otros, al hacer cosas inusuales -como escribir o actuar-las enfrenta a múltiples realidades: en primer lugar, que comparten con las demás mujeres el mismo estado de opresión social, la capacidad de análisis de su propia situación, su capacidad de rabia, rebeldía, voluntad, decisión, y, finalmente, de transformación. Es un proceso que voy viendo cómo se desarrolla, cómo va calando más, o menos, venciendo reticencias, miedos, esquemas y tabúes. Me encanta.
Vamos a la mitad del taller. Cada vez irá profundizando más, especialmente en las emociones y en temas más delicados, ya que la primera parte es más general y externa -digamos. Y todo esto, por las mujeres del presente, y del futuro
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