El Día de Brigit o Imbolc era marcado por fuegos sagrados. Se encendían hogueras en colinas y atalayas y se fabricaban velas con la grasa de los animales consumidos durante el invierno, pero muchos elementos de la celebración tienen un claro referente sexual, invocaciones a la fertilidad de la Doncella. Los hombres fabricaban con paja, utilizando como base un mango de madera, una muñeca representando a Bride, la Brideog, La envolvían en tela blanca a manera de vestido y la llevaban a la casa. Al abrir la puerta, los hombres se arrodillan y gritan arrodíllense, abran los ojos, y admitan a Brigit. Adentro las mujeres han preparado una canasta de paja, la Leava Bride, o cama de Bride. Se acostaba a la muñeca sobre su cama cerca del fogón.
En Roma en esta fecha era celebrado del festival de Juno Sospita. Juno es la Diosa de los nuevos comienzos. Las calendas –el primer día de cada mes, originalmente identificado con la luna nueva- era consagrado a ella. Aquí Juno Sospita, o Salvadora, se conecta con la Gran Madre frigia. Se le representa cubierta con una piel de cabra, con los cuernos sobre su cabeza. Lleva lanza y escudo como Minerva y las vírgenes le ofrecen pan de centeno para asegurar su fertilidad. Para los romanos alrededor del 5 de febrero era el comienzo oficial de la primavera. Era tiempo de limpieza y purificación para después enfocar el ritual en la fertilidad, en la Lupercalia, dos semanas después, en que mancebos desnudos en nombre de Pan, vestidos solo con tiras de piel de cabra y un bastón con un atado de ellas, recorren ciudades y campos agitándolas y azotando todo a su paso para purificar y hacer fértiles tanto a las mujeres como a la tierra. Este ritual es tan antiguo que aún los romanos no sabían su origen o su significado preciso, pero empezaba en el Lupercal, la cueva sagrada en que la Loba, Lupa, amamantó a Rómulo y Remo. Estos muchachos, llamados los Luperci, obedecían así la orden de Juno Lucina, diosa del nacimiento, según Ovidio: Italidas matres Sacer Hircus inito. Dejen que el Sagrado Cabrón penetre a las matronas italianas.
Lupercalia se celebraba el 15 de febrero. Durante el tiempo en que la Iglesia Ortodoxa celebró el nacimiento de Jesús el 6 de enero, la Purificación de María caía el 14 de Febrero. Esto une al día de San Valentín con esta temporada de nuevos comienzos, y nos queda más claro porqué la amistad, pero mas bien el amor, es celebrado con lujo de corazones y chocolates estos tiempos de preparar un campo para la continuación de la vida.
Algo que también se relaciona con el 2 de febrero es la predicción del tiempo. El Día de la Marmota, o groundhog, es el resabio de las antiguas costumbres,. Ese día, cada año, como los osos y otros animales que hibernan, las marmotas despiertan para volver a la vida sobre la tierra. Se dice que si al salir de su agujero la marmota ve su sombra, esto es, si un sol brillante la produce, habrán seis semanas más de mal tiempo y el animal regresa a su madriguera. Si no la ve, si el día es frío y nublado, entonces termina su hibernación, ya que esto indica que habrá una primavera temprana. De hecho, los festivales Ignicos pueden ser usados para predecir el clima inverso, y los Solares, el clima directo.
Por muchos siglos la cultura occidental ha basado sus conocimientos en la herencia greco-romana, que se deriva de la sumeria/babilónica y egipcia. La cultura celta, que abarcó una considerable porción del mundo occidental, recupera en los últimos tiempos su historia y conocimiento. Es parte innegable de nuestra cultura, que ha sobrevivido bajo las túnicas de la inconciencia. El rastrear las fuentes de las celebraciones arraigadas en el inconciente colectivo nos acerca un poco más a nuestra propia identidad.
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