Ha muerto Albert Hoffman, el químico suizo que, trabajando en Sandoz, descubre el alcaloide del cornezuelo de centeno, lo aisla y da al mundo una de las puertas de la percepción más fáciles de abrir: el ácido lisérgico dietilamida o agente sicotrópico LSD, que puso a viajar -de menos- a toda una generación dentro de su conciencia.
Muchísimas historias dentro de la Historia y de las vidas personales se acompañaron (en pasado, me pregunto?) de esta substancia alteradora de la conciencia, o enteógena.
El cambio que provocó, en conjunto con toda la cultura que sug¡ge de los 60s, tocó todos los terrenos de la cultura y el arte. No podemos separar, auqne¡ue los puritanos y anexas quieran, lo que es este mundo de la sicodelia.
Por algo Don Alberto murió a los 102 años, y sano.El cambio que provocó, en conjunto con toda la cultura que sug¡ge de los 60s, tocó todos los terrenos de la cultura y el arte. No podemos separar, auqne¡ue los puritanos y anexas quieran, lo que es este mundo de la sicodelia.
Hay quien viene a este mundo definitivamente a provocar cambios.
2 comentarios:
Me he de imaginar que este cientifico, siquiera pudo descifrar lo que accidentalmente hubo de cambiar a toda y un sinnúmero de seres humanos con el LSD.
Gracias por darme animos a seguir escribiendo y por saber de mi, en los momentos que nadie, absolutamente nadie, considera en qué rayos está. Vaya mundo.
y si, Joan, dónde andabas? es tan extraño que dejes de bloguear por tanto tiempo. Las campañas electorales? algñun asunto personal? solo espero que estés bien y tus ánimos como siempre. Eres inspirador. te quiero!
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