lunes, mayo 19, 2008

fuego interno


esta secuencia, que espero remita al sol de día, es del visor del horno que acabo de apagar. Todo está caliente, La pared, la puerta, mi cuerpo suda de solo llegar y apagarlo. Subo solamente a 1100º, pero son sificientes para vitrificar el esmalte blanco jade que hice el sábado. Solo que hasta mañana sabré que fue realmente lo que hice.
Me gusta esto pero me daña mucho. Mi piel se aja, mi espalda sigue doblegándose (tengo una megaescoliosis) con el peso de las placas, con cargar el horno, los químicos son demasiados, después de tantos años se acumulan donde menos te lo piensas. Creo que he dado (casi) todo lo que puedo darle a la cerámica, al menos de esta manera.

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