a lo largo del año, en los ratos que mis otras múltiples actividades me lo permiten -o que me surge la necesidad de volver a las andadas- voy haciendo diversos objetos de barro-papel. De pequeñas esculturas bruñidas a los platos irregulares de mi vajilla. De tazas y tarros de cerveza a lámparas, como las que me pidieron hace unas semanas. Y una vez al año las meto al horno y le doy fuego.
Ayer lo prendí, hoy lo abrí: todas las piezas perfectas, sin ningún error ni fractura. Suaves las bruñidas (y que serán ahumadas), y todas listas para recibir su capa de esmalte....empieza esa otra fase, sumamente divertida pero determinante, ya que puede hacer que la obra sea buena o sea un fracaso. Ya veremos, al menos la prueba del fuego -la primera- fue pasada con 10.
2 comentarios:
hola
No se quien eres porque no veo tu nombre. Soy estudiante de ceramica creativa y buscando informacion para mi proyecto final de carrera me he encontrado con tus piezas de barro papel. Te doy mi enhorabuena, me han gustado mucho y ademas creo que este material tiene mucho futuro y en el estoy invstigando. Muchas gracias por todo y me gustaria saber tu nombre. Un beso. Conchi
Pues Conchi, yo busqué tu perfil y no existe. Qué bien que te gustaron, hoy terminé de esmaltarlas...
y mi nombre, está en el encabezado del blog, y en la columna a la derecha están todos los links que te pueden llevar a mi quehacer.
Suerte en esta dura vida de la cerámica
y del resto
E
Publicar un comentario