el 23 de abril es el día del libro, una manera de comercio por un día institucionalizada por la industria. Claro que sirve a dos amos, y eso lo salva. Pone el foco de atención en el libro, la lectura, la literatura y sus autor@s, crea la necesidad de todo este mundo de la palabra y la imaginación, y provoca su compra, su consumo, aunque sea solo por este día.
esto es especialmente cierto en Barcelona, que celebra literalmente SU santo, Sant Jordi, o san Jorge el del dragón, con una fiesta cívica de libros y rosas. Barna adoptó la bandera del santo, blanca con una cruz roja, igualita a la de Inglaterra, quien tiene a San George como su santo de cabecera también, pero al parecer su simbología es distinta: el dragón de George es el dragón galés, sometido por su espada. El dragón de Jordi quiere ser la ignorancia. Es, además, un día festivo con horario de trabajo. la gente trabaja pero compra libros, y además, rosas. La tradición es que ellas regalan los libros y ellos las rosas...claro, qué romántico! ellas no leen de seguro!!
claro que esa es una falacia mayor, pero lo cierto es que el día se lo reparten floristas y libreros. Yo salí a la calle sabiendo que no había nadie especial que me regalara rosas...será que leo. Pero tampoco iría a regalar ningún libro. A Fo, con quién comí deliciosa Exqueisada de bacalao, mejillones gallegos y calamares a la romana, que no son sino rodajas empanizadas. Decía, a Fo le recomendé el Arte de la Guerra y como ya lo tiene, me valió como regalo virtual, y de la misma manera obtuve mi rosa, platicadita.... Después de verlo y ver el mar (estabamos en la Barceloneta), y de que se fue en su poderosa moto, me topé con una expo que quería ver y que me desilusionó. Es un homenaje a John Berger (adorado) por su nuevo libro. El título es de A a X y el de la expo de I a J... me desilusionó porque a pesar de la instalación, que era buena, y de que grabaron las voces de varias actrices leyendo fragmentos de las cartas (a un hombre en prisión), el resulado es cansado. A Berger hay que leerlo cómodamente, gozarlo palabra a palabra, con la conciencia bien puesta, igual que el cuerpo.
Salí de ahí, pues, a encarar el Sant Jordi en las Ramblas (que son una).
Este personaje, que dícese poeta y, según el letrero a su derecha, dedica y firma libros, aunque no especifíca de quién, es representativo del espíritu de hoy en Barcelona. Tiene a su lado también al Quijote. Sabemos que este día coincide milagrosamente con las muertes de Cervantes y de Shakespeare....se pusieron de acuerdo, claro, para dar impulso a sus propios libros en el futuro, seguramente. No sabían que tenían que competir con Cohelo, Stephen King, et al...
y las rosas!!! las imposibles rosas que costaban una pastota: una rosa roja 5 euros...las azules 6, vienen de Holanda, claro!
y, como en todas las ferias de libro, estands de todo tipo, desde Alfaguaras a colectivos que casi mimeografían. Catalanes y metodistas. Revolucionarios y punkis. Y de libros en blanco, muchos.....
esta es una foto engañosa, no se ven las verdaderas hordas que impedían caminar entre libros rosas y buscadores del libro perfecto. Muchos libros vendidos, muchos lectores felices en esta ciudad de editoriales.
y claro, toda la maquinaria se hecha a andar. Esta guapa vestida de rosa, estaba trepada a unos zancos y regalaba a manos llenas pero cautas separadores para el libro mencionado, o la basura... eran tantos!
un gran porcentaje de mujeres llevaban su rosa....yo tristeaba, la neta... mientras esperaba a Cristina en la Plaza del Ángel y carrer Comtal
después de unas cañas, fuimos a encontrarnos con el Senén, el novio de la Cristina, en un bar muy expecial, tipo Harlem, según escuché, decoración de los 60's pero del lao del jazz, y con jazzistas en vivo. Ahí fui invitada a palomear con un grupo llamado Los Chaqueteros...si, ya se... pero se llama así porque cada mes hacen un espectáculo dedicado a una época o grupo o tendencia particular. Esto es, cambian de chaqueta cada mes. El primero de mayo serán los 50s. Y yo me volveré a trepar al escenario invocando a Chuck Berry
La noche termina con una super cena, o será un cenón, en el segundo restaurant más antiguo de la España, el Can Culleretes, que funciona como tal desde 1786. Ñam ñam, de lujo. Terminamos con los postres bañados en cava.
y bueno, les presento al Senén, productor de rock y otras cosas, y claro, a la Cristina, que ya conocen.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario