han sido días llenos de trabajo...de ese que sigo haciendo gratis (o sea, que nadie me paga aún por lo que hago). Sin embargo, el clima ha estado amable y me llegó una caja con cositas del DF gracias a mi madrebohemia y a mi primogénito, cosa que en verdad me alegra la vida y me da parte de ese amorcito que tanto hecho en falta. Pero el sábado me escapé de mis deberes autoimpuestos y me fui a la comida de Viraventos, una ONG de desarrollo que preside una chica venezolana, Diana. (el pastel casero de galleta con chocolate y café fue con mucho el mejor de todos)
toda una tarde con esta gente linda, llena de proyectos en favor de l@s inmigrantes y la educación de los menores y las menoras (como diría que se dice Marcela Lagarde), entre otras cosas que hacen de las que aún no me entero. Y es que desde que llegué a España me he considerado migrante, que lo soy aunque sea española de origen, y me he conectado con varias organizaciones que se enfocan en la migración. Es un nicho amplio este.
Además, Viraventos presentará el 6 de mayo mi primera conferencia en Coruña. La Diosa Oscura será dada ante mayormente feministas, cosa que será muy interesante para mí ( y espero que también para ellas).
[Esta es la peña Viraventos.] Después de la comida carbohidrática nos fuimos al teatro a ver una puesta de Manicómicos también con el tema del racismo y la xenofobia dentro del brasileño teatro del oprimido.
Este chico senegalés fue el actor principal, y no solo eso, sino que nos puso a cantar después como parte final del show. Eso estuvo muy guay! ya me hacía falta cantar en voz alta!
y veo sus ojos y me recuerda al primer hombre negro que vi de cerca en mi vida, ,y que además me habló: Samuel Adeyola, nigeriano. Fue en una calle de Londres allá por el 71. Tú no me quieres hablar porque soy negro, me dijo. Y a mi me asustaban sus ojos amarillos. Nos escribimos durante años. Quién sabe que será de él.
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