hace como muchos años que no tengo tele. Se que a veces me pierdo de cosas y cuando hay una, la veo. A veces es inevitable, ya que es un imán muy poderoso y también odioso. Siempre procuro ponerme de espaldas a ella pero los bares son muy tramposos y las tienen por todos lados.
y es que me gusta escoger lo que veo. Por eso a la pantalla que estoy enganchada es a esta y por eso también hago video (o intento, o juego con video)
caminar por las calles coruñesas (y seguro cualquier calle de cualquier ciudad española) depara sorpresas diferentes a las que te hallas en las mexicanas. Anoche entre dos containers había una cabeza, no, no humana, sino de maniquí. La pusieron ahí unos chavos que estaban en la ventana del tercer piso, esperando a ver quién se la llevaba. Los ví a ellos, la vi a ella, les pregunté -es suya? -si, - pues ya no, me la llevo...-no te vaya a morder, - no, la boca la tiene bien cerrada.
y ya tengo cabeza para que mi sombrero italiano no pierda la forma. Es una chica, delgada, con corte de pelo un tanto parecido al mío...solo un tanto. Ahora hace compañía al bebé que me encontré hace unos meses....
si, sorpresas.
(por cierto, la primera imagen es de Kati Grafin von Schwerin. La segunda, era una tele)
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