sábado, junio 12, 2010
el marché de Pont Saint Esprit
Sábado, día de mercado, de levantarse tempranito para encontrar estacionamiento y poca gente.
Jitomates frikis, toda clase de especias, deliciosos tallos de hinojo o los embutidos más locos y deliciosos.... alimentos para franceses o argelinos o de otros países árabes. Ropa de todo tipo, puestos como en todo tianguis que se respete.
Dice Juan Villoro en su última columna en el País que solo en México se hace escandalo, que solo ahí se grita para vender. No se por dónde anda Juan, pero no conoce a los vendedores argelinos que no le piden nada a los de la Merced o cualquier mercado mexicano (y no son tod@s los puester@s l@s que gritan, no crean). Los mercados silenciosos vaya que son de muy primer mundo donde la comida es más cara que en los supers y muy acomodadita. Este marché francés tiene la peculiaridad de tener sus zonas de silencio (digo, es un decir) y de vidilla, donde te explican las cualidades reales y ficticias de la mercancía con gracia e ingenio.
y en el mercado tiene su puesto Christine, que vive medio tiempo en Le Sauvon. Ella trabaja el mosaico y hace unas cosas muy guapas, y para vivir vende cosas de la India.
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