Estamos acostumbrad@s a los volcanes.Mi madre vió nacer a uno en Michoacán, el Parícutin. Tenemos en Colima al volcán de fuego y al de hielo, en Veracruz el Citlaltépetl (cerro de la estrella) o Pico de Orizaba, el más alto del país (5,610 mts), y aquí y allá innumerables volcanes con y sin nombre, grandes y pequeños.
En el DF está el Ajusco, que terminó con la cultura de Copilco y dió paso al pedregal de san ángel....pero los más impactantes, por cercanos, son el Popocatépetl (5,500mts, del náhualtl Popoca, que humea, y tépetl, cerro, monte, montaña: el cerro que humea) y su compañera la volcana Iztaccihuatl (5220 mts en su pecho, de Iztac, blanco, cihuatl, mujer: la mujer blanca). Volcanes situados entre los estados de México, Puebla y Morelos. La imagen arriba es una vista desde la Ciudad de México DF un día claro, y en primer plano apreciamos el Ajusco.
El Popo y el Izta han sido elementos importantes para nuestra cultura mesoamericana en todos los tiempos. Tienen su leyenda, en la que la volcana yace muerta y el amante la llora a sus pies. No es difícil de imaginar que existan innumerables historias, leyendas, ceremonias, rituales al rededor de estos volcanes desarrollados por pueblos ancestrales con una cosmovisión profundamente enraizada en la tierra y sus paisajes, esos que habitaban. Aún toda la zona tiene una gran cantidad de población indígena, náhuatl para más precisión, quienes han habitado el lugar por cientos de años. Y no solo los pueblos prehispánicos, sino dentro del sincretismo, los pueblos actuales.
El Popo ha sido siempre un volcán activo, y de ahí obviamente su nombre. Tiene un cono casi perfecto, y está en actividad constante, aunque hay temporadas en que es bastante evidente, como ahora, cuyas llamadas exhalaciones de gases y ceniza alcanzan varios kilómetros de altura, tiene una actividad sísmica constante y mantiene a toda la población alerta.
y es que si acaso no fuera suficiente el desfogue e hiciera erupción, muchas poblaciones corren peligro, e incluso ciudades como Cholula y Puebla.
Es cierto también que se han producido temblores bastante fuertes los últimos meses en México, pero esos están producidos por el reacomodo de las placas tectónicas del océano (nada) pacífico. Nadie olvida el terremoto de 1985 y cuando los edificios crujen y la escala de richter sube a más de 7, la gente teme.
y por supuesto hay quienes ven en todos estos fenómenos el fin tan anunciado y, supongo, tan esperado. Ya se le atribuya a los mayas o a Nostradamus, existe una paranoia que subyace en parte de la gente que quiere creer y, aunque no lo confiesen, en la que lo niega.... ja! tiempos apocalípticos estos!!! buena parte ocasionados por la mano humana.
Gaia es un ser vivo, pero hay tantos que insisten en olvidarlo.
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