Eso de tener dos países complica algunas cosas, como tener que leer dos tipos de prensa, estar enterada de dos procesos específicos además de, claro, los globales.
En México estamos en campaña -larga eterna- para la presidencia. Hace 6 años nos robaron la elección cínicamente y empezó la pesadilla fecal. Comenzó la "guerra" contra el narcotráfico que se convirtió inmediatamente en guerra del narcotráfico contra el país. Gracias a fecal, que así se llama quien se denomina presidente-. Ese mismo que echó por la borda el Año de México en Francia. Ese mismo que aplaude todo lo que huela a fascismo/neoliberalismo. Ese mismo que de inmediato apoyó a Repsol, su socio, cuando Argentina decide recuperar el control de su petróleo.
y pues ya toca el cambio, en julio. Y la ciudadanía por un lado y los poderes fácticos que les llaman por otro, se pelean la silla presidencial. Y el candidato a quien le robaron la elección, AMLO, Andrés Manuel López Obrador, sigue en la pista. No dejó de estarlo durante todos estos años, de hecho, visitando el país entero. AMLO, aka El Peje, sigue siendo mi candidato.
Cómo si no, si del otro lado, el del PRI, está el confeso represor bestial de Atenco, un personaje llamado Enrique Peña Nieto, representante del decadente maridaje entre el antes poderoso grupo atlacomulco y televisa, y por el lado de la derecha blanquiazul, una mujer que la tiene perdida y lo sabe. Y aunque sea mujer, pertenece al oscurantismo típico de la derecha, Por cierto, ¿cuál será la razón de que el blanco y el azul celeste sean los colores de los partidos de derecha?
Quiero aplaudir a las y los jóvenes que se han decidido a manifestar su repudio a quienes, sabemos, lo único que buscan es el poder por el poder mismo, por el dinero que llenará aún más sus bolsillos, por repartir lo que queda del sangriento pastel.
la foto, en el auditorio de la Universidad Latinoamericana, durante la presencia de EPN, la semana pasada. Y en efecto, Atenco NO se olvida.
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