domingo, junio 20, 2010

Carlos Monsiváis, el ajonjolí de oro

Ayer se fué Monsi. De seguro que al cielo de los gatos, si es que morirse equivale a volar al cielo.
Una fibrosis pulmonar acabó con él. Y el estar alejado de libros y gatos, diría Pablo Ordaz en el País. Yo creo que es cierto.
Aunque los libros ya los llevaba adentro, era tal su hambre de conocimiento que en el hospital seguro también los hechó en falta. Llevaba ya un largo rato en el hospital. Nadie aguanta eso. Nadie tan vital como él, tan ubicuo. Estaba siempre en todas partes, eso se sabe. Tanto si era para presentar un libro o para encabezar una manifestación, para hablar de política o de cine o del Teatro Blanquita o del 68 o de la Tetona Mendoza. Era el Ajonjolí de Oro por eso, porque estaba en todos todititos los moles. (Para quienes no entiendan la frase, no hay mole sin ajonjolí o sésamo).
Lo conocí allá por los 70's. Me tocó incluso ir a su casa en la Portales. Ésta, la de la foto. Eran tiempos jóvenes donde me fue posible conocerlo a él y a otros grandes escritores, como a Gabo, a Elizondo, Arreola. Lo volví a ver en los 90's, y me reconoció. Su memoria (como de un buen político) era prodigiosa.
Después del primer Festival de Rock y Ruedas de Avándaro, en el 71, nos acusó de ser la primera generación de gringos nacida en México. Él ya era intelectual. Aunque tenía parte de razón (nunca gringos, pero si en proceso de asimilar esa y otras culturas), supongo que en otro tiempo él hubiera estado ahí también. Como dice John Lennon, to see for himself.
Me gustó mucho verlo en el Zócalo durante las irrepetibles convenciones nacionales en el 2006, apoyando otro proyecto de país, al Peje y a todos los que lo habíamos votado. Y me gustó su retiro cuando vió que se cometían muchos errores. Era coherente consigo mismo, siempre lo fue, y ha sabido deslindarse cuando lo amerita, sin perder en lo absoluto su capacidad crítica, sino por eso mismo. Tenía que saber de primera mano y por eso había ido a otra convención nacional, la primera gran reunión zapatista que congregó a lo más granado de la cultura en México para que el cielo, el de agua, cayera sobre todas las cabezas, como el zapatismo sobre el país.

Saber de la muerte de Saramago apena. Pero leer ayer de la muerte de Monsi me dió un golpe en el pecho.
Tauro del 4 de mayo, como mi Alonso, Monsi con mucho fue la conciencia -o una de las conciencias- más lúcidas y filosas de este México que se va quedando este año sin sus grandes pensadores (con Carlos Montemayor yBolívar Echeverría). Cómo se irán a rellenar esos huecos?
Chale...

1 comentario:

ALEPHGIMEL dijo...

Hola!! hoy pase por tu casa y me acorde de tí!! Saludos desde Morelia. ALYNNE