martes, septiembre 14, 2010

en Macedonia

una residencia es muchas cosas. Es para mí, primero que nada, la oportunidad de dedicar atención y tiempo a la producción artística, ya sea un proyecto en proceso o algo generado a partir de la experiencia.
Trata también de la convivencia e incluso a veces del aislamiento. Son todas circunstancias peculiares y únicas en las que -insisto- la creación de obra es el principal objetivo y que se convierten en reto o facilidad. Son oportunidades que valoro y atesoro como artista y como persona. Que me permiten conocerme mejor, adentrarme en nuevas técnicas, abordar nuevos temas, introducirme en otras culturas -acercamientos a la vida.
( Aqui con Sergej y Paulo en Krushevo)
es verdad también que no todas las experiencias pueden ser buenas, que hay veces en que los caracteres, las costumbres, los intereses chocan. Que le eres o no simpática al de junto. Pero eso es parte del reto. Nunca había estado, por ejemplo, en una residencia "familiar". Bajo cargo de una familia completa! madre-padre-hijo-hija e incluso 2 perros. Eso determinó horarios y relaciones, limitó actividades pero abrió compuertas directas a la cultura macedonia. (De hecho, para ellos también fue la primera vez que estaban todos juntos durante todo el mes en que los artistas estaban en la aldea). Un reto para tod@s. Irena cocinabay eso no siempre me hizo bien....pero para ella era una carga extra de trabajo.
(con Irena y Voskresija y Se busca corazón instalada en casa de los Andreevski)

el adentrarme en la vida de la aldea me enriqueció, me dió nuevas perspectivas y entendimiento del mundo, me descubrió cosas que ni por asomo se me hubieran ocurrido. Me quedo con todas esas buenas experiencias, con mi capacidad de abrir ojos y oídos ante nuevos lenguajes y discursos, con un nuevo núcleo de esta red que crece, con una buena rakjia con puede pimientos y nuevas amistades en el facebook!

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