martes, julio 15, 2008

pinar yolaçan

Ayer me encontré con estas inquietantes fotos de la artista turca Pinar Yoloçan (1981!).
De una basta colección que pueden ver en su página, he escogido algunas representativas de su humor entrañable...literalmente de entraña. Pinar estudia en NY y Londres diseño de modas y arte. Con estas series encara con sutileza brutal la política social de occidente.

A primera vista la indumentaria de sus modelos pareciera inocua, mas los caracteres que traslucen toda una sociología y el adentrarnos a la imagen, nos provoca una multitud de sensaciones que van desde la repulsión al reconocimiento de un desnudar parámetros de belleza, raza, posición social e histórica de las mujeres, de la humanidad entera.

La primera serie, Perisheables o Perecederos, nos muestra a mujeres blancas mayores, vestidas de blanco o colores muy claros, con aderezos de igual tono: unos testículos de toro que acompañan a las grandes perlas de bisutería, o un cuello de cuellos de gallina con cabeza, o aún más significativamente, e intergados a la ropa, trozos de panza de res. Ya sabemos, libro, cuajar, callo, bonete... menudo o mondongo de alta costura! Aquí les presento a las sofisticadas señoras, pero la serie incluye toda clase de patías que se aposentan en los cuerpos como memoria encarnada.





y no es para nada incongruente que a las mujeres blancas las vista con el aparato disgestivo, que transforma todo lo que pasa por él y se queda con la mejor parte para desechar lo que les parece innecesario.....
la siguiente serie, llamada María, es una serie de 22 fotos con modelos afrobrasileñas. Su indumentaria nos ubica de alguna forma en tiempos de esclavitud aunque el terciopelo dé una insinuación de lujo inalcanzable para las esclavas negras (y de hecho, sería la indumentaria de sus dueñas portuguesas). La utilización de órganos internos añadidos a sus lujosos e impensables vestidos nos revuelve la conciencia y nos hace abrir nuestros sentidos, visceras y, finalmente, el intelecto al rojo sangre, rosa intenso de páncreas y pulmones, los distintos tonos de los riñones y las ocultas partes de los intestinos abiertos mostrando sus labios carnosos... el brillo satinado del hígado, pero especialmente, el tejido de placenta, junto al porte, las miradas, la historia de vida que se adivinan en esos rostros, en esos cuerpos. Bárbara Pinar Yolaçan!


arte perecedero, como la carne, como la vida nuestra.
más info y una entrevista, aquí

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