miércoles, septiembre 30, 2009

adiós Capula

esta imagen la veía cada tarde, tumbo a Capula y de regreso. Desde julio estuve llendo para con un programa de capacitación tendiente a armar un grupo de mujeres -alfareras o no- que conformarían un taller de cerámica: mi taller de cerámica.Para mi era de vital importancia dejar el taller en buenas manos para poder irme...era lo único que faltaba. El ayuntamiento de Morelia ayudaba en esto, haciendo la gestión, guardando el equipo en sus bodegas, facilitando créditos.... todo iba bien
pero
la maldita burocracia oh!-Kafka!-cuánta-razón-sigues-teniendo! lo echó todo a perder. Es una historia que prefiero no contar, así como no tomé una sola foto del proceso (a mi que me encanta registrar y testimoniar todo), el caso es que el taller está instalándose en un pequeño local (tres veces el tamaño del que yo tenía) y la jefa del taller, Minerva, hoy toma el cargo para levantarlo. Y lo va a hacer.

el cerro, conocido como la muela, es uno de tantas minas de arena que la avaricia se va comiendo. Han quitado la piel de la tierra y muestran su carne, la orean al sol, le arrancan mordiscos. es la piel o su falta. Esta es la foto que representa todo el proceso en Capula. Y hoy fue el último día. Que reciban ellas bendiciones con ese taller. Que yo reciba bendiciones también, que he dejado más que carne y piel y sangre ahí.

por cierto, se llama tres caña, el taller de las mujeres.

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