
Pero Camboya, en el 2010, es una monarquía constitucional y tiene una Real Universidad de Bellas Artes. DE ella emanan nuevas generaciones de graduados que se buscan un espacio para convertirse en artistas. Uno de ellos es Khvay Samnang.
Me refiero a él por su peculiar visión sobre la occidentalización de la belleza de la mujer camboyana, que pudiera aplicarse a la de cualquier pueblo. Fotógrafo y escultor, su última exposición está construída con pelo de las peluquerías de Phnom Penh. Pelo, Hair, se llama, se abre en la Java Café & Gallery de esa misma ciudad.
traduzco:
Samnang está fascinado por los rituales de belleza de las mujeres. El deshacerse del cabello llamado superfluo, el lustrar la piel, el aplicarse maquillaje.
"Pareciera que no les gusta sus belleza natural o su figura. Algunas utilizan maquillaje, se aplican polvos y se dibujan líneas alrededor de los ojos. Incluso se hacen cirugías para ajustar sus párpados y sus ojos parezcan más grandes. Son como pájaros, con pelo multicoloreado y grandes ojos redondos. Algunas se perforan las orejas con muchos agujeros, se perforan la nariz. Tal vez les gusta, aman al ganado, o puede que quieran ser tan poderosas y fuertes como esos animales. Otras más utilizan substancias químicas para decolorar su cabello y hacerlo rubio, como el color del maíz"
La visión de Samnang es como shamánica. Sus esculturas e instalaciones tienen formas animales y vegetales, sus rasgos atrapados tras capas de pelo recolectado. El apego de las mujeres a la belleza y su mejoramiento se puede seguir a través de la historia, desde tiempos Angkorianos a la fecha, pero las chicas camboyanas están teniendo una nueva revolución de la belleza influenciada por las modas e ideales occidentales.
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