aserrín, aserrán
los maderos de san juan
piden pan y no les dan
piden queso y les dan un hueso
y se ponen a llorar
los maderos de san juan
piden pan y no les dan
piden queso y les dan un hueso
y se ponen a llorar
en las puertas del zahuán!
Esta es una cancioncita para niñ@s que no dejó de resonar en mi cabeza la noche de San Juan
y es que la celebración de la noche del 23 al 24 no deja de ser un ritual transformado en juego que ha dejado atrás en el manto freático de la memoria sus orígenes ancestrales y toma ahora la forma del regocijo multitudinario.
Llegar a la playa y apañar un espacio para la hoguera personal. Bueno, la hoguera de la banda, que en nuestro caso era muy multinacional (galleg@s, italianos, senegaleses, venezolana y mexican@s), aparte de dónde sentarse y dónde cocinar. La costumbre es asar sardinas. Se hace un hueco en la arena (gravilla) y un fueguito, o si ya tienes callo en esto, en el asador muy pro. Se junta una cantidad inmensa de gente en grupos. Y no falta quien ya tenga preparada desde mucho antes la pila de madera que arderá en la noche. Claro, hay que ver de quén es la más grande.
Esto trata de juntarse, comer, beber, encender fogatas, iluminar las playas y esperar a que den las 12 para que la brujita de ikea arda y se enciendan los fuegos artificiales,
Dos momentos cúlmines, para mi, fueron estos:
Esta es una cancioncita para niñ@s que no dejó de resonar en mi cabeza la noche de San Juan
y es que la celebración de la noche del 23 al 24 no deja de ser un ritual transformado en juego que ha dejado atrás en el manto freático de la memoria sus orígenes ancestrales y toma ahora la forma del regocijo multitudinario.
Llegar a la playa y apañar un espacio para la hoguera personal. Bueno, la hoguera de la banda, que en nuestro caso era muy multinacional (galleg@s, italianos, senegaleses, venezolana y mexican@s), aparte de dónde sentarse y dónde cocinar. La costumbre es asar sardinas. Se hace un hueco en la arena (gravilla) y un fueguito, o si ya tienes callo en esto, en el asador muy pro. Se junta una cantidad inmensa de gente en grupos. Y no falta quien ya tenga preparada desde mucho antes la pila de madera que arderá en la noche. Claro, hay que ver de quén es la más grande.
Esto trata de juntarse, comer, beber, encender fogatas, iluminar las playas y esperar a que den las 12 para que la brujita de ikea arda y se enciendan los fuegos artificiales,
Dos momentos cúlmines, para mi, fueron estos:
el saltar las hogueras de 3 a 7 veces y pedir un deseo
La nuestra se convirtió, supongo por su tamaño manejable, en un polo de atracción y no solo la banda sino muchas otras gentes, especialmente mujeres, la saltaron.
yo salté de la mano de otra chica que sufre de la misma clase de fractura de tibia/peroné mis tres veces reglamentarias.
El otro momento fue el de los cohetes:
que siempre son hermosos de ver. En la primera foto de la secuencia se aprecia la llamarada de la bruja de ikea, que se llevó consigo unos 400 paros para convertirlos en empleos....el mal por el bien!
claro, al final, la playa queda asquerosa